摘要:Las historias de la arquitectura moderna han incidido una y otra vez en un reducido número de obras que por su insistente atención, han llegado a convertirse en hitos imprescindibles. Entre estos edificios canónicos y prácticamente obligados, está la célebre casa Schröder-Schräder (1924)' del arquitecto holandés Gerrit Rietveld. Ampliamente conocida por el público interesado, su gran popularidad ha tenido sin embargo, el efecto de dejar en segundo plano el resto de su obra arquitectónica. A ello se debe añadir además, el hecho de que su trayectoria está fundamentalmente asociada al movimiento neoplasticista, lo que ha tenido por resultado desviar la atención de una obra posterior, más difícilmente clasificable. Sin embargo, ello no significa que dicha obra sea en absoluto carente de atractivo.