摘要:Los Poblados Dirigidos madrileños de los años cincuenta constituyeron una experiencia única dentro del panorama arquitectónico de la posguerra. La implicación personal de algunos de nuestros mejores arquitectos y de los autoconstructores de su propia vivienda aportó un carácter singular a las intervenciones. El artículo propone un recorrido por estos barrios en los que la modernidad aparece como nueva alternativa para solucionar el problema creciente de los asentamientos chabolistas periféricos.